En el corazón de la selva, donde cada sonido respira vida y cada raíz recuerda, existe un espíritu que protege e inspira: Kumirayoma — la mujer espiritual, aromática y de belleza juvenil que representa a todas las mujeres en el universo y en el bosque.
Para los Yanomami, Kumirayoma es más que un mito. Es una fuerza viva, un recordatorio de que la esencia femenina está entrelazada con los ciclos de la tierra — con los árboles que curan, los ríos que sostienen y el viento que lleva historias entre generaciones. Su nombre evoca la delicada fragancia de la vida misma — un aroma que perdura incluso después de la tormenta.
Kumirayoma es la protectora de las mujeres, pero también su espejo. Nos recuerda que la belleza no es un adorno, sino una forma de vitalidad. Que la fuerza puede ser tierna y que el cuidado no es debilidad — es la forma más profunda de poder.
Entre los Yanomami, este espíritu encuentra nueva expresión a través de la Associação de Mulheres Yanomami Kumirayoma (AMYK) — un tributo vivo a su nombre y significado. Bajo el liderazgo de Carlinha Yanomami, mujeres de doce comunidades a lo largo del río Cauaburis tejen fuerza a través de la cestería, se reúnen para capacitación y crean proyectos que salvaguardan tanto sus tradiciones como sus futuros.
Al igual que el espíritu de Kumirayoma, estas mujeres se mueven entre mundos. Llevan la sabiduría ancestral en sus manos y la estrategia moderna en sus corazones. Caminan descalzas en suelo sagrado, pero viajan a ciudades como Brasilia para negociar, para exigir, para hablar. Cada paso, una continuación de la historia — de mujeres que rechazan la invisibilidad, que arraigan su liderazgo en el amor y que transforman el cuidado en acción colectiva.
El mito de Kumirayoma también habla de una verdad universal. En todo el planeta, las mujeres — Indígenas, rurales, urbanas, migrantes — mantienen unidos los hilos de la comunidad. Son las primeras en sentir el desequilibrio y las primeras en restaurar la armonía. Encarnan lo que el mundo más necesita hoy: el coraje de proteger lo que nos sostiene y la sabiduría para hacerlo con gracia.
En 🌿 OGA 🌿, creemos que el espíritu de Kumirayoma vive dondequiera que las mujeres se alcen para defender la vida. Vive en la risa de un taller, en el ritmo de las manos que tejen una cesta, en la firmeza de las voces que dicen “basta” y la dulzura de aquellas que dicen “ven, vamos a reconstruir”.
El bosque escucha, y nosotros también.
Que el espíritu de Kumirayoma nos recuerde que todo acto de cuidado es un acto de poder — y toda mujer que lidera desde el corazón lleva el espíritu del bosque dentro de sí.
