Hola a todes y bienvenides al blog de 🌿 OGA 🌿. Como cofundadora de Oportunidades para la Acción Comunitaria (Opportunities for Grassroots Action), me siento honrada de compartir una reflexión que ha estado muy presente en mi mente recientemente: una inmersión profunda en la naturaleza de la generosidad y la incómoda verdad sobre por qué la acción colectiva genuina es tan difícil.
La Ilusión de la Reciprocidad
En nuestras redes profesionales y comunitarias, a menudo somos testigos de un claro desequilibrio: unas pocas personas defienden constantemente a otras y ofrecen apoyo, mientras reciben poco a cambio. Generalmente estamos programados para disfrutar recibiendo, pero estamos menos inclinados a iniciar el dar. Decimos “gracias”, pero a menudo no logramos corresponder el favor sin que se nos pida explícitamente.
Este egocentrismo pasivo es una barrera sutil pero generalizada para las comunidades fuertes. Cuando los pequeños gestos de amabilidad—un saludo, un cumplido, una palabra de aprecio—se encuentran constantemente con el silencio, el trabajo emocional recae en aquellos pocos que eligen seguir siendo la “gota en el océano”, desafiando la apatía que los rodea. A menudo son descartados como “intensos” o “molestos” por su compromiso inquebrantable con la conexión.
La Trampa del Confort y los Sesgos No Reconocidos
Somos maestros de la autoimportancia. Citamos nuestro “estar ocupados” y nuestros títulos de alto nivel: jefes, profesionales, inversores—como escudos. Sin embargo, este enfoque en uno mismo conduce a profundas brechas cognitivas cuando se necesita una verdadera acción colectiva.
Nuestro compromiso como “aliades” o “apoyos” a menudo tiene un límite. Cuando alguien de una minoría históricamente subrepresentada cobra protagonismo, el entusiasmo inicial se convierte en un sutil menosprecio o en sentirse amenazado. Peor aún, cuando nos enfrentamos a eventos globales verdaderamente feos y devastadores, muchos se refugian en la defectuosa psicología occidental del “yo primero”, convenciéndose de que ignorar el sufrimiento colectivo es una forma válida de “preservar la salud mental”. Estos sesgos no reconocidos nos impiden participar plenamente.
Este enfoque nos convierte en una multitud disociada, vitoreando lo superficial mientras ignoramos con vehemencia los problemas sistémicos que nos obligarían a mirar hacia adentro y a examinar nuestras propias elecciones. Recurrimos rápidamente a medidas paliativas — consumo sin fin, “mimos” superficiales o evasión en el trabajo—para evitar la necesaria incomodidad de la autorreflexión y el compromiso genuino.
La Generosidad que Necesitamos
La verdadera generosidad no se trata de hacer algo y esperar un retorno inmediato. Se trata de rechazar la noción de que es normal no corresponder la amabilidad a menos que se nos recuerde o insista. Esa expectativa socava la esencia misma del espíritu colectivo.
No se trata de buscar validación; se trata de cambiar nuestro enfoque. Debemos dejar de atacar y culpar a otros—al gobierno, al sistema, a las figuras políticas—y, en cambio, hacer una pausa para reflexionar.
El mundo funciona a la inversa de nuestro orgullo egoísta: tenemos que ser generoses y sentirlo antes de verlo en nuestras vidas. Necesitamos ser fluidos, compartir y corresponder la amabilidad que recibimos. Así es como ocurre la magia de la sincronicidad, lo que lleva a una verdadera abundancia en ideas, asociaciones, fondos y redes sólidas de apoyo genuino.
Un Llamado a la Acción de OGA
Como miembro de la comunidad 🌿 OGA 🌿, nuestro deseo debe ser simple: que todas las personas seamos más generosas y nos centremos menos en nosotros mismos.
Busquemos activamente y toleremos las incomodidades necesarias para el bien colectivo y común. La justicia y la verdadera conexión solo llegarán cuando estemos unidos/as y comprendamos que los problemas de la humanidad son inherentemente nuestros problemas como humanos.
Este es un sincero llamado a la acción para nuestra comunidad y para cada persona que lee esto. Hagamos del “nosotres” colectivo la prioridad de esta semana.
Artículo original publicado en LinkedIn.





